El caballo que ganó contra todo pronóstico siendo «un abuelo»

La historia del caballo de carreras argentino “Calidoscopio” es sin duda otro excelente ejemplo de lo que trato de explicar. Nacido el 10 de septiembre de 2003 en Argentina, ganó su primer clásico en este país a la edad de cuatro años. Lo haría nueve veces más, pero no saltaría a la fama hasta ser vendido a Santillan, para los Estados Unidos a la edad de nueve años (cuando los caballos dejan de correr normalmente a los seis / siete). Con su nuevo propietario ganó en una carrera memorable, la Breeders Cup Marathon en Santa Anita. Poco más tarde en 2013, entrenado por Mike Puype repetiría la victoria en la Brooklyn Handicap a la increíble edad de diez años, el equivalente a la de un hombre de 40. 

Su estrategia en la carrera ha creado toda una leyenda. Muy por detrás del resto de competidores en la primera parte de la carrera, para comenzar a remontar posiciones en la última vuelta hasta ponerse en cabeza en los últimos metros, y entrar en meta como un verdadero cohete, sacando de dos a cuatro cuerpos al segundo. Daba igual que corriera en tierra, hierba, barro o nieve. 

Si estás próximo a los cincuenta y crees que el partido está terminado, te equivocas. Aún falta por jugar. Si no estás contento con lo que hiciste hasta ahora, reacciona y cambia. Es posible que al hacerlo ganes tiempo extra en vez de perderlo. Si has sabido dosificar y eres constante, verás con tristeza como muchos de tus conocidos se van quedando rezagados. Hace tiempo que abandonaron, tal y como hicieron los jugadores del Barcelona ante el Liverpool en semifinales de la Champion. En el fatídico minuto 79, todavía clasificados con el 3-0 en su contra, faltos de tensión y concentración, relajados, no estaban a lo que tenían que estar. Arnol iba a sacar un córner, parece que abandona, se da cuenta que Origi está solo en el primer palo, la pone rasa y marca el belga a placer quedando los blaugranas en el más absoluto de los ridículos. En el argot taurino suele decirse que “hasta el rabo, todo es toro”.

Nunca hay que bajar la guardia. Cuando se hace y se pierde, cuando no se alcanzan los objetivos propuestos, surgen las excusas y el auto engaño. Se escriben WhatsApp y se publican tweets tratando de justificar lo injustificable. La mayor parte se conforma con hacer ver a los demás que lo hicieron por voluntad propia. Total, para qué esforzarse. La procesión va por dentro. 

Obviamente la vida no es una competición. Tanto da llegar antes a la meta que después. Lo importante es llegar, divertirse en el camino, superarse a sí mismo, alcanzar el último momento de consciencia satisfechos, sabedores de haber vivido y con la sensación del deber cumplido, dejando pendiente el menor número posible de cosas. Los arrepentimientos del último minuto no sirven para nada.

Desde que comencé la aventura de ser emprendedor, soy más feliz, me siento más libre y espero que el tiempo extra me sea concedido. Tengo todo por hacer.

EMPRENDER A LOS 50

EDITORIAL PUNTO ROJO

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Sobre el autor

Ángel García-Muñoz Rodrigo es Executive MBA por EADA, Licenciado en Gestión Comercial y Marketing por ESIC y Graduado en Programación de Gestión por la Universidad Pontificia de Comillas, ICADE.
Ha desarrollado su carrera profesional como directivo en diversas multinacionales y es el promotor de la primera Central de Compras y Servicios europea del sector de manejo de materiales «Ática Redex S.L.», además de «DBK Proyectos S.L.», «ACR S.L.» y «Mundi Agri Ibérica S.L.»

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